Hola a todos
El motivo de este blog no es economía de esfuerzo para evitar escribir a uno por uno de mis amigos y familia. Es tentador pero no es el objetivo. Más bien van a ser los muy probables problemas de conexión a Internet que vamos a tener en los diferentes lugares que visitemos, y de este modo narrar los pasos que voy dando en una publicación única, garantiza la facilidad de comunicación. No obstante y a pesar de mi inconstancia en todo, me esforzaré por hacer esfuerzos individuales allá donde me permita Internet línea fluida.

Bueno, ya llegué a donde empieza el siguiente paso de mi vida. Calor. Otra vez los tejados de chapa, las iguanas, pelícanos y piel morena.
El barco es muy grande, pero a medida que pasan los días, y han pasado tan sólo tres, se me hace más humano de dimensiones.
No he podido resistirlo y ya me he subido al palo. Y es muy alto, altísimo. Tanto que la diferencia de viento entre cubierta y perilla es más que notable. Casi sesenta metros
hasta arriba cansarían a cualquiera. Menos mal que el esfuerzo en subir se limita a agarrarte bien a la guíndola para no caerse.

El trabajo que me espera es enorme. Listas de cosas pendientes, pedidos por llegar, conocer los sistemas lo a fondo que pueda, hacer como que si lo tengo controlado etcétera. Me congratula saber que al menos nos quedaremos en el puerto un mes hasta que el barco se mueva rumbo a Panamá en la siguiente visita del jefe. Mientras tanto, me empaparé de todo lo que pueda para hacer un buen trabajo, al menos como lo ha hecho Krasi, a quien sustituyo, quien deja el listón muy alto.