sábado, 26 de diciembre de 2009

The taller mast of the world (casi)

Uf, hace ya algunas semanas que no escribo nada y no es por falta de actividad, si no por todo lo contrario, ya que la vida terrícola da mucho de sí, y lo cierto es que apenas paro quieto. Este fin de semana en el que estoy de guardia aprovecharé para ponerme al día y al menos si no tengo creatividad en la pluma, lo haré con imágenes.

Nueva Zelanda es conocida por su industria náutica, y en ella encontramos algunas de las compañías más relevantes de su actividad. Una es el astillero Alloy, garante de la buena factura de algunos de los megayates más grandes del mundo, y otra Southern spar, líder absoluto en la fabricación de palos en fibra de carbono y única compañía que elabora los gigantes palos para esos megayates (fusionada ahora con otra compañía kiwi, Marten spars). Y cuando estas dos industrias se unen, salen barcos como el que acompaña a estas líneas, el Kokomo III, actual poseedor del récord del palo en fibra de carbono más alto del mundo (error no contrastado, pensé que el Mirabella V fue siempre de aluminio) . Las imágenes corresponden a su arboladura, que por las dimensiones de sus elementos, convirtieron la jornada en algo simplemente espectacular.

Tuve la suerte de que el manager de Southertn spars nos ofreciera una visita guiada a sus instalaciones, puesto que nuestros palos han sido construidos por ellos y tenemos algunos asuntos de garantía que nos mantienen en frecuente contacto. Además, nuestro Project manager le envió aquella foto del barco en la que me encuentro alegremente viendo el mundo al revés en el tope del palo y le hizo tanta gracia que tanto el manager de la compañía como todos sus riggers me tienen cierta consideración.
Lamentablemente, a pesar de mis demandas, no se me permitió tomar ninguna fotografía de ninguno de los procesos de construcción de palos, por lo que simplemente os puedo garantizar que la visita a la fábrica fue tan espectacular como interesante.

Y tras estas líneas, el Kokomo III, un sloop de 57 metros arbolado con este palo de sólo 75 metrillos de nada y una botavara de 26 m que enraiza con los miedos más primarios de cualquier skipper por las trasluchadas. Un diseño de Ed Dubois que vuelve a superar en cifras a sus diseños anteriores y nos muestra de nuevo la dimensión de su ingeniería al servicio de la vanidad humana.



La botavara de 26 metros de largo, fuera de su contexto, impresiona aún más cuando la comparamos con medidas que nos son más .cercanas. Aquí el transporte especial se queda corto, muy corto


Es l primera vez que para arbolar necesitaron de la acción conjunta de dos gruas en la perilla. Lógicamente la precisión de movimientos era indispensable en un día de poco viento.

A pesar de la envergadura de la maniobra, ésta concluyó en dos horas de expectación continua

Mucha gente trabajando para un simple palito

Momentos delicados para cruzar del muelle a cubierta
Y cómo no, lo más dificil y arriesgado es acertar con el palo en su fogonadura

Y la verdad es que a las grúas no les sobraba nada de nada. Un palo un par de metros más grande hubiera requerido de otra maniobra.
Y héte aquí el resultado de un año de trabajo, un equipo de diseño e ingeniería aplicada, un montón de especialistas en fibra de carbono, una fortuna en material ... y la satisfacción de un trabajo bien hecho. Ahora imaginad el tamaño del camión y remolque que transportaba la botavara y os haréis una idea aproximada de las dimensiones del barco.

2 comentarios:

  1. Hola Edu , el Mirabella 5 tiene 88 metros de palo .

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  2. Ya, hasta ahora creí que era de aluminio, una información no contrastada http://www.yachtingworld.com/mirabella/news/418757/90m-mast-ready-for-stepping

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